VIH_SIDA-iEn México no se cuenta con análisis profundos sobre la percepción que los proveedores de servicios de salud tienen sobre los grupos históricamente estigmatizados y que se relacionan con la transmisión del VIH. Entre estos grupos estigmatizados se encuentran personas que realizan trabajo sexual, hombres que tienen sexo con hombres y consumidores de drogas intravenosas. Tampoco se cuentan con investigaciones de campo en materia de salud pública que aborden los procesos de interacción entre proveedores de servicios de salud y las personas que viven con VIH/SIDA cuando acuden a solicitar atención de salud.

Por esta razón, un grupo multidisciplinario de investigadores decidió realizar el estudio el estigma asociado al VIH/SIDA: el caso de los prestadores de servicios de salud en México. Este equipo, conformado por César Infante de la Unidad de Investigación Coram del Instituto de Educación de la Universidad de Londres; Angel Zarco, Silvia Magali Cuadra y Marta Caballero, del Centro de Investigación en Sistemas de Salud del Instituto Nacional de Salud Pública; Ken Morrison, del Centro de Investigación en Sistemas de Salud, del Instituto Nacional de Salud Pública /Policy Project, México; Mario Bronfman, de la Fundación Ford México; y Carlos Magis, del Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH/SIDA de México (Censida).

El trabajo en cuestión exploró la relación entre las prácticas y el discurso de los prestadores de servicios de salud. El planteamiento de partida de la investigación fue que en México coexisten la información médica-científica con mitos y creencias vinculados con el VIH/SIDA, lo cual se manifiesta en prácticas estigmatizadoras y discriminatorias dirigidas hacia las personas infectadas por el virus.

Como parte del estudio, se aplicó una encuesta a prestadores de servicios de salud, de los cuales un 73.46% dijo haber recibido capacitación en temas relacionados con el VIH como la prevención, formas de transmisión, tratamientos antirretrovirales, atención a personas que viven con VIH/SIDA.

Entre los resultados de este ejercicio se encontró que algunos prestadores de servicios no distinguen la diferencia conceptual y clínica entre portar el virus y padecer el síndrome. El desconocimiento y la vinculación del SIDA con una muerte inminente, señala el estudio, incrementan las conductas discriminatorias en contra de las personas que viven con el virus. La falta de claridad en los conceptos, señala la investigación, fue evidente en los resultados de la encuesta, pues el 25% de los entrevistados afirmó que no existe una diferencia entre ser positivo al VIH y haber desarrollado SIDA.

La encuesta también arrojó datos que apuntan a un desconocimiento o incredulidad sobre las formas de transmisión del virus, a pesar de que estas han sido demostradas científicamente durante los últimos 30 años: un 14% de los participantes negó la transmisión vía lactancia materna y un 12% del personal de enfermería sostuvo que una persona que vive con VIH/SIDA asintomático no puede ser transmisor del virus (ambos supuestos son falsos).

A pesar de que actualmente el concepto de grupos de riesgo ha cambiado a comportamientos de riesgo, la noción de grupos persiste en la práctica clínica. En la encuesta se encontró que un 23% de los proveedores señaló que la homosexualidad es la causa del VIH/SIDA en México y 66% aseguró que la prueba debía ser obligatoria para los hombres que tienen sexo con otros hombres. En el caso de las personas que realizan un trabajo sexual, el 85% de los proveedores encuestados opinó que deberían realizarse la prueba de manera obligatoria y 43% se dijo a favor de a prohibicion de la prostitución como una forma de prevenir la infección.

Es importante conocer el panorama en México para poder remover estos estigmas y así evitar la discriminación consiguiendo un mejor trato médico y humano para las personas que viven con VIH/SIDA.

Estos son solamente algunos datos que se desprenden de la investigación, la cual pueden consultar visitando el sitio www.académica.mx.

Vía: Académica