Mejorar tu control de la atención te ayuda a preocuparte menos.2Quizás no lo creas, pero entrenar a la gente para que se concentre mejor cuando está distraída podría ayudarle a que se preocupe menos. Esto es lo que afirma un nuevo estudio publicado en la revista Clinical Psychological Science, donde se reportan dos estudios que involucraron a gente con una alta tendencia a preocuparse.

La profesora Elaine Fox, del departamento de psicología experimental de la Universidad de Oxford en Inglaterra, explicó que en el primer estudio, ella y sus colaboradores condicionaron a personas muy o poco aprensivas (con tendencia a preocuparse) para que sintieran miedo al ver una cara enojada. Después, se les pidió terminarán una tarea que requería concentración mientras la cara les era mostrada como distracción. Con ello, hallaron que concretar la tarea fue más difícil para las personas muy aprensivas, lo que significa que se distrajeron más fácilmente, en comparación con las poco aprensivas.

“Posteriormente evaluamos qué tan bien podía suprimir sus preocupaciones cada persona. Después de un periodo de preparación donde discutieron qué les preocupaba más, se sentaron por 5 minutos intentando no pensar en ese tópico. Los muy aprensivos tuvieron pensamientos indiscretos sobre su tema preocupante con más frecuencia que los poco aprensivos. El hallazgo clave fue que quienes tuvieron más dificultad para concentrarse, también tuvieron más problemas para controlar sus pensamientos de angustia”, apuntó Fox.

En el segundo estudio, se sometió a un grupo distinto de personas muy aprensivas a las mismas etapas que el primer grupo, pero además tuvieron una serie de cinco sesiones de entrenamiento durante tres días. La mitad de los participantes recibió entrenamiento cognitivo de simulación, diseñado para mejorar su control de la atención, habilidad necesaria para lidiar con la distracción. Después de las sesiones de entrenamiento, fueron reevaluados tanto en la tarea de concentración original como en su habilidad para controlar la preocupación.

El equipo asegura que sus resultados son la confirmación de estudios previos que hablan de un vínculo entre el control atencional (habilidad para concentrarse) y la habilidad para suprimir los pensamientos negativos. Las pruebas también indicaron que sería posible mejorar la habilidad de la gente para controlar dichos pensamientos si se les entrena para incrementar su habilidad para concentrarse.

Fox aclaró que estas pruebas se aplicaron en grupos relativamente pequeños, y que se requiere de más investigación para trabajar en un entrenamiento mejor diseñado, que dé paso a un tratamiento efectivo. Al final, entrenar el control atencional parece ser muy efectivo cuando es usado junto con otro apoyo o tratamiento, concluyó.

 

Vía: Universidad de Oxford